La empatía es la capacidad que tenemos todos los seres humanos de “ponernos en los zapatos del otro”, y es la principal virtud que una persona en búsqueda de trabajo, debe demostrar tener para conseguir el puesto que desea.
Los practicantes o recién egresados, son jóvenes con la intención de conocer y aprender del mundo, con muchos anhelos, pero también con inexperiencia sobre las aptitudes y cualidades necesarias para los puestos de trabajo.
Explicar los procesos de una organización a un joven, a menudo resulta desesperante para los miembros de una organización que dominan los mismos.
Sin embargo, si uno puede recordar que en algún momento fue él quien recibió la asesoría, entonces es más sencillo involucrarse con pasión en el proceso de aprendizaje de los nuevos talentos, que es, por cierto, la razón fundamental por la que el joven desea prepararse profesionalmente y conseguir un empleo en una organización.
Los becarios suelen ser personas conocedoras de las nuevas tecnologías, no aprenden como en los viejos tiempos: utilizan los recursos visuales para ser autodidactas, no escriben mucho y basan su progreso experimentando. Sin embargo, aunque los nuevos profesionistas desarrollen habilidades técnicas, el desarrollo de habilidades blandas, facilita y agrega un valor especial a su perfil.
Por ello, la empatía es fundamental y una herramienta que resulta una amiga para conseguir algún puesto, tanto para las personas que buscan un primer empleo, como aquellas que ya tienen experiencia en el ámbito laboral.
