Tal cómo lo haríamos cuando buscamos talento nuevo para la empresa, es importante que tengamos en cuenta que tipo de perfil necesitamos para cubrir el puesto de un becario. La situación académica no siempre tiene que ser un factor determinante para contratar a un becario, en muchas ocasiones, las aptitudes que tiene el estudiante son más importantes que cualquier preparación. No obstante, el conocimiento siempre es importante y no hay que olvidarlo.
Por encima de todo deben de estar las necesidades de la empresa. Por lo tanto, el perfil a contratar debe ser el más adecuado para cumplir con los objetivos de la misma; es importante también que se cuente con un programa para becarios adecuado para que los procesos sean más rápidos y se encuentren a los mejores.
Entre las muchas aptitudes y conocimientos específicos que podríamos buscar, podemos establecer algunos generales. Existen diferentes programas públicos que pueden ayudarnos a establecer parámetros, sin embargo, a continuación, mostraremos algunas características importantes a considerar.
Adaptabilidad
Es importante adaptarse a un entorno nuevo de trabajo. Los becarios, como sabemos, carecen de experiencia; lo cuál puede ser un obstáculo. Es por lo que poseer la capacidad de adaptarse a nuevos entornos es necesario, un buen becario se adaptará a los procesos y tareas de manera, aunque paulatina, eficiente.
Podemos entonces moldear la forma en la que “queremos” al becario, adaptándolo a la forma de trabajar interna.
Motivación
Las personas jóvenes y sin experiencia poseen una motivación más allá de la económica; el deseo de aprender y ganar experiencia. Con esa motivación en mente es que pretenden dar el máximo, además de que es probable que, terminado su periodo como becario, los frutos del trabajo se reflejen en una contratación a tiempo completo.
Las ganas de trabajar y de realizar las actividades conforme las indicaciones, es lo que diferenciará de un becario a otro.
Energía
Hay que tener en mente que se está contratando a una persona joven; probablemente un estudiante egresado o uno que está por egresar de la universidad. Por lo general, el nivel de energía es mayor, aunada a las ganas por trabajar y aprender; es una mezcla efectiva.
La disposición que poseen muchos por realizar cualquier tipo de actividad con el único fin de adquirir experiencia, es mayor; la ventaja es que eso se contagia, por lo tanto, los empleados que llegaran a trabajar con ellos pueden verse motivados, esto creando un efecto en cadena y mejorando la forma de trabajo.
Creatividad
Traer “sangre nueva” siempre significa que tendremos ideas frescas, creatividad y perspectivas; un buen becario siempre va a aportar un soplo de aire fresco. Una vez que se le da la oportunidad de externar sus ideas, puede cambiar la forma en la que se ve el trabajo dentro de la empresa.
Un becario creativo le dará una nueva forma a la empresa, pero siempre sin olvidar lo que ya era. El tener ya establecido que tipo de becario buscamos, así como el perfil a contratar, siempre debe estar acompañado de criterios base. Los conocimientos y aptitudes extra siempre van a ser de gran ayuda; sin embargo, siempre será la mejor opción tener características básicas para que se pueda exprimir el trabajo lo más que se pueda.