Cuando eres estudiante, es una etapa de la vida en la que tenemos mucha energía y nos damos el lujo de tener más actividades de las que la gente común puede llevar en su agenda. Incluso el inicio de la vida laboral en esta etapa es bastante regular, por lo que es normal ver a estudiantes tomando sus primeros trabajos para adquirir experiencia laboral.
Aunque puedas tomar más actividades es importante tener un control de tu tiempo para evitar que tu salud termine pagando las consecuencias de la sobrecarga de trabajo o que termines bajando el rendimiento si no consumes lo necesario para estar al 100%.
A continuación te damos algunos consejos para que puedas salir victorioso si eres un estudiante y deseas comenzar tu vida laboral desde temprano, para incursionar en el campo profesional y tener un avance.
1.- Establece un plan de ataque. No existe el éxito sin una planeación adecuada, así que si realmente quieres tener todo bajo control debes de hacer una planeación, dando su espacio a cada aspecto de tu vida. Familia, estudios, trabajo, pareja, deporte o hobbies, etc.
2.- Planifica un horario realista. Relacionado al punto anterior, si ya tienes un calendario de actividades y un horario establecido; procura que no se sobrepongan y considera tiempo para descansar y esparcirte. También considera un tiempo realista para realizar las todas las actividades.
3.- Adquiere una excelente capacidad de organización. Es importante también delegar y organizar tus actividades según el nivel de prioridad que deben tener, de esa forma tendrás menos estrés y te sentirás seguro de ti mismo
4.- Círculo de apoyo. No puedes hacer o saber todo, así que selecciona un grupo que te apoye en caso que tengas alguna duda o necesites algún consejo y por qué no; que te soporte en algunas tareas que te correspondan, mientras tu cumples otras.
5.- Mantente alerta para detectar signos de fatiga y agotamiento. Si ya has llegado al punto en que no puedes conciliar el sueño o no puedes levantarte, estás irritable, no tienes tolerancia a la frustración y tus respuestas y acciones se vuelven erráticas; quizá es tiempo de reorganizarte, tomar un respiro y tranquilizarte para cargarte de energía positiva y seguir adelante.
6.- Aprender a manejar el estrés. Hoy en día hay múltiples opciones para manejar el estrés, cómo el ejercicio, la meditación, la lectura y lo más simple; aprender a respirar correctamente, porque sin darnos cuenta, hay veces en las que literalmente dejamos de respirar sin darnos cuenta, evitando que el cerebro reciba suficiente oxígeno y poder pensar.
7.- Formación flexible. Recuerda que no todo es algo “inamovible”, busca horarios que te sean funcionales y sobre todo, cómodo con tu ritmo de vida.